🌿 El lápiz de las dríades 🐦✨️

Dicen que, cuando el viejo árbol que habitan se muera, ellas morirán con él . Que las dríades -las hermosas ninfas que pueblan cada rincón entre todas las hojas del mundo... entre raíces, ramas y flores- en sus manitas solo tienen el tiempo con el que cuenta el árbol al que están unidas . La tarde que las vi por primera vez , una de esas tardes luminosas y tibias de principios de febrero en las que la vida se afana por renacer con tanta fuerza que es imposible que, sobre la tierra, haya alguna criatura -por anciana o niña que sea- que no perciba esa lucha, que no se estremezca ante ese grito mudo. John William Waterhouse,  Hamadríade  (1895) Que no alce los ojos al cielo y suspire de alivio: - Ya se van -se oirá decir a todos los ojos, muy bajito, casi con miedo-: las sombras, todas las sombras se van ya ... Esa tarde -decía-, las dríades me hicieron un regalo:  el precioso lápiz que unos duendes elaboraron para mí , siglos atrás , con madera de espino blanco y unas poqu...

Y sucedió...

✨️✨️ <<(...) Y sucedió tal como la rana pronosticara: la reina tuvo una niña tan hermosa, que el rey no cabía en sí de alegría y organizó una gran fiesta. Invitó a ella no solo a sus parientes, amigos y conocidos, sino también a las hadas, con la esperanza de que se mostrasen generosas con su pequeña. Trece hadas había en el reino, y como el soberano solo tenía doce platos de oro para servirlas en el banquete, no hubo más remedio que dejar de invitar a una. Celebrose el banquete con todo esplendor, y, al terminar, cada una de las hadas concedió un don a la niña recién nacida. Una le otorgó la virtud; la segunda, la belleza; la tercera, la riqueza, y así, sucesivamente, dotándola de cuanto en el mundo hay de apetecible. Cuando ya once habían pronunciado su gracia, de pronto presentose el hada decimotercera que, deseando vengarse por no haber sido llamada a la fiesta, sin saludar ni mirar a nadie, exclamó:

René Cloke
René Cloke 🌿🌼✨️✨️

La princesa se pinchará con un huso en cuanto cumpla los quince años, y caerá muerta.

Y, sin añadir otra palabra, volvió la espalda y salió de la estancia.

Todos los presentes quedaron aterrados. Quedaba aún el hada duodécima, que no había expresado todavía su don y que, si bien no tenía poder para anular la fatal sentencia, podía sí atenuarla. Se adelantó, pues, y dijo:

– La princesa no quedará muerta, sino durmiendo un sueño profundo que durará cien años>>.

✏️ Hermanos Grimm, La bella durmiente del bosque ✨️✨️

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