🌿 El lápiz de las dríades 🐦✨️

Dicen que, cuando el viejo árbol que habitan se muera, ellas morirán con él . Que las dríades -las hermosas ninfas que pueblan cada rincón entre todas las hojas del mundo... entre raíces, ramas y flores- en sus manitas solo tienen el tiempo con el que cuenta el árbol al que están unidas . La tarde que las vi por primera vez , una de esas tardes luminosas y tibias de principios de febrero en las que la vida se afana por renacer con tanta fuerza que es imposible que, sobre la tierra, haya alguna criatura -por anciana o niña que sea- que no perciba esa lucha, que no se estremezca ante ese grito mudo. John William Waterhouse,  Hamadríade  (1895) Que no alce los ojos al cielo y suspire de alivio: - Ya se van -se oirá decir a todos los ojos, muy bajito, casi con miedo-: las sombras, todas las sombras se van ya ... Esa tarde -decía-, las dríades me hicieron un regalo:  el precioso lápiz que unos duendes elaboraron para mí , siglos atrás , con madera de espino blanco y unas poqu...

12. Del ✨️"Triunfo de la Hermética" 📚 ✨️✨️

Gerard David (c. 1509)

¿Cuánto tiempo hemos tardado el pequeño duende y yo en apartar de nuestro camino la piedra? ¿Cuánto? Tengo la espalda hecha ciscos. 🤦🏻‍♀️


Panza arriba. No se mueve. Y, como con los pulmoncillos que tiene apenas si hace falta que le entre un hilo de aire, cualquiera que lo viera se pensaría que está muerto. 😬

El libro descansa aún, abierto de hoja en hoja, a los pies del castaño mágico al que dejó encomendada su custodia. Pero él no da en sí… de modo que a lo mejor puedo, ahora que no me ve porque tiene los ojos cerrados y si los abriera no sabría ni lo que está viendo, acercarme hasta el árbol del libro. Y mirar sus letras. Y unirlas. Y robarle con la mente un montoncito de palabras

Me acerco al fin. El libro no me va a saltar encima.

Me acerco.

Edward Reginald Frampton, "Érase una vez..."
Edward Reginald Frampton, Érase una vez...

Tiene unas letras muy grandes. A ver para qué escribe Titus B. en un libro con esas letras tan grandes, con lo chico que es él y lo pronto que se le van a gastar, si sigue así, las páginas… Pero ¡chist! mira lo que dice:

«La piedra filosofal –con la que pueden convertirse en oro los metales ordinarios– brinda, al que la posee, una larga vida, libre de toda enfermedad, y pone en sus manos más oro y más plata de la que puedan poseer los príncipes más poderosos. Pero este tesoro tiene, sobre todos los demás bienes de la vida, la peculiar ventaja de que aquel que lo posee es completamente feliz; solo con mirarlo es ya feliz y nunca siente el temor de perderlo».

Triunfo de la Hermética

✏️ Imagen de cabecera: Gerard David (c. 1509) ✨️✨️

El presente relato fue publicado, por primera vez, el día 18 de octubre de 2012 en mi viejo blog: Cuentos de Brocelianda.

Para que no se pierdan en el olvido, dejaré que dormiten aquí, bajo estas poquitas líneas, el comentario que recibió en aquel momento y la respuesta que yo le di 🙈, mira:


"Beato de Fernando I y doña Sancha" (BNE Vitr/14/2). Detalle
✨️✨️ No te vayas, peregrin@, sin dejar un comentario... 🙏🏻 Que, mientras esté formulado desde el respeto, será muy bien recibido 🙃✨️✨️
✨️ Lola ✨️

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