🌿 El lápiz de las dríades 🐦✨️

Dicen que, cuando el viejo árbol que habitan se muera, ellas morirán con él ... Que las dríades -las hermosas ninfas que pueblan cada rincón entre todas las hojas del mundo... entre raíces, ramas y flores- en sus manitas solo tienen el tiempo con el que cuenta el árbol al que están unidas ... La tarde que las vi por primera vez , una de esas tardes luminosas y tibias de principios de febrero en las que la vida se afana por renacer con tanta fuerza que es imposible que, sobre la tierra, haya alguna criatura -por anciana o niña que sea- que no perciba esa lucha, que no se estremezca ante ese grito mudo... John William Waterhouse,  Hamadríade  (1895) Que no alce los ojos al cielo y suspire de alivio: - Ya se van -se oirá decir a todos los ojos, muy bajito, casi con miedo-: las sombras, todas las sombras se van ya ... Esa tarde -decía-, las dríades me hicieron un regalo:  el precioso lápiz que unos duendes elaboraron para mí , siglos atrás , con madera de espino blanco y unas poquitas esm

28. ✨️ De Nimue y una estampa maravillosa 🐕✨️

¿Te ha pasado alguna vez que el sueño se haya ido de tus ojos mucho antes de que la noche acabe? ¿Te ha pasado que algo te hiciera adentrarte en el desvelo como quien se adentra en un túnel, a oscuras y a la fuerza?

"Splendor Solis", 22
A mí, sí. Hoy. Antes. Fue por los pájaros. Volaban en desbandada huyendo de las pisadas de algún cazador furtivo. Fue su algarabía de alas la que me hizo abrir los ojos cuando el sol estaba más grande. Cuando de su luz no podría resguardarme por dentro de ninguna sombra... Sabía que los ojos se me derretirían como la cera puesta en un caldero al fuego. Sabía que no era mi hora. Ni la de Titus B., que dormía -como era menester- hecho un ovillo de algodón coloreado a la flaca sombra del letrero. Sin mantas que lo cubrieran, que los duendes no saben lo que es el frío. Y, sin embargo, ya no pude por más que levantarme del lecho de heno que tanto tiempo fue mi cama.

Vittore Carpaccio
Vittore Carpaccio
Amodorrada, busqué agua cerca con que lavarme la cara. Busqué hasta encontrarla: hecha charquitos de rocío en las hojas dadas la vuelta de una vieja magnolia que ya estaba en flor. En flor, aunque todavía es enero... El contacto frío del líquido en la piel me devolvió la vida. Las ganas de abrir mucho los ojos y contemplar el espectáculo de un bosque que tan pocas veces había podido ver de día. Respiré hondo, dejando al fin a los pulmones rellenitos de perfume. Me arreglé las ropas y me peiné el cabello con los dedos. Despacio. Despacio. Y quise calzarme, los botines de terciopelo verde estarían a los pies del lecho... Estarían como siempre si es que una perrita de ojos infinitos no se los estuviera llevando en la boca, pícara, hasta donde acertaba a ver acabarse el camino.

¿Adónde vas con mis zapatos?

Corrí tras ella, descalza. Sintiendo en la planta de los pies medio desnudos el martirio de mil piedrecillas.

Pronto se apiadó de mí, frenó su carrera y dejó los botines en el suelo. Y me miró, me miró con aquellos ojos que parecían haber estado vivos desde el principio de todas las cosas. Al arrodillarme frente a ella, tomó de nuevo los botines en la boca y me los dio. De sus dientes a mis manos. De las manos a mis pies. 

Perrita¿de dónde has salido? Acariciaba su cabecita de rizados cabellos. Su cabecita del color de la canela clara.

Anoche no estabas aquí... Eres libre, ¿verdad? Eres una criatura de Brocelianda... ¿Cómo te llamas?

Su pata izquierda se movió en la tierra. La removió. La removió y dio forma a una letra. La N. Y luego a otra diferente. Y otra. Y otra.

N I M U E

Te llamas Nimue, perrita linda. ¿Adónde ibas con mis zapatos?

Despegó de mis labios sus ojos. En todo aquel tiempo no había dejado de mirarlos. Sabe leerlos. Giró la cabeza a un lado y a otro. Y la imité. Miré a nuestro alrededor y descubrí, atónita, una estampa maravillosa. Una de esas que demasiado gustan de robar almas. Y arrobar espíritus... 

✏️ Imagen de cabecera: Splendor solis, 22 (detalle) ✨️✨️

Este relato apareció publicado, por primera vez, el día 27 de enero de 2013 en el blog Cuentos de Brocelianda

"Beato de Fernando I y doña Sancha" (BNE Vitr/14/2). Detalle
✨️✨️ No te vayas, peregrin@, sin dejar un comentario... 🙏🏻 Que, mientras esté formulado desde el respeto, será muy bien recibido 🙃✨️✨️
✨️ Lola ✨️

Comentarios